LA PESCA EN MAGANGUÉ
La pesca es la captura y extracción de los peces u otras especies animales acuáticos de su medio natural. Ancestralmente, la pesca ha consistido una de las actividades econòmicas más tempranas de muchos pueblos del mundo; de acuerdo con estadísticas de Fao, el número total de pescadores y piscicultores se estima cercano de 38 millones.
Por su finalidad, se distinguen otros tipos de pesca, como la pesca comercial, realizada con finalidades económicas y a gran escala, y la pesca deportiva, realizada con fines de ocio.
IMPACTOS AMBIENTALES DE LA PESCA
Los impactos ambientales de la pesca están muy relacionados con las dos principales clases de pesca, como son: la de captura y la de cultivo (acuicultura y maricultura)
La pesca de captura cosecha la población silvestre. Los métodos principales utilizados en este tipo de pesca son:
(a) capturar, activamente, el pez o crustaceo en una red (barredera, jábega) o trampa;
(b) atraparlo en un red (vertical, rastrera y trasmallo); o,
(c) pescarlos con un anzuelo y cordel (caña de pescar, cordel largo).
Los pescadores de captura operan en las aguas marinas, dulces y salobres e incluyen empresas comerciales muy grandes, y pescadores artesanales en pequeña escaña. La pesca marina incluye las operaciones de costa afuera y de la orilla. La pesca de tierra adentro se efectúa en los ríos, lagos,reservorios y esteros.
La pesca de cultivo (de agua marina, salobre y dulce, y maricultura, etc) contempla el manejo de los recursos de tal modo que se aumente la producción de pescado más allá de lo que normalmente se pueda obtener de la población silvestre. La piscicultura emplea concentraciones de peces o crustáceos, más amplias, criándolos en piscinas; conteniéndolos en las áreas que son productivas, naturalmente, utilizando jaulas, corrales o redes; proporcionado las estructuras para que puedan sujetarse los animales no móviles (p.ej., ostras); e introduciendo los peces o crustáceos a los hábitat naturales (sembrando los arrecifes, estableciendo áreas de crianzas de almejas).
PESCA DE CAPTURA
El principal efecto ecológico negativo directo de la pesca de captura es la explotación excesiva. La pesca desmesurada no sólo degrada la población de los peces objetivos, cambiando su tamaño y estructura, sino que también influye en las otras especies, relacionadas con la cadena de alimentos. Además el uso de ciertos equipos y prácticas de pesca, que no atrapan exclusivamente la especie deseada, o que destruyen los hábitat, perjudica o mata, involuntariamente, las especies no objetivo.
La pesca a la rastra es de especial preocupación, porque al arrastrar las redes en el fondo del mar, lascomunidades bénticas sufren daños. Pueden ser importados los daños que las anclas y los buzoscausan a los arrecifes de coral, pueden atrapar y matar los peces, innecesariamente (este hecho se conoce como la “pesca fantasma”). Esta casi universalmente prohibido emplear explosivos y venenos, pero algunos pescadores todavía los utilizan. No sólo se desperdician los peces que se matan, indistintamente, sino que estas prácticas pueden destruir los hábitat (p.ej. los arrecifes de coral). Finalmente, como resultado de la intensificación de la actividad pesquera, se aumenta el riesgo de la contaminación de petróleo y combustible, a causa de los derrames casuales.
La pesca recibe una gran variedad de impactos ambientales, a raíz de las actividades humanas. Es limitado el efecto del hombre sobre el ambiente de los mares y su condición es razonablemente buena, todavía. Sin embargo, en los sistemas costaneros y de agua dulce, es manifiesta la degradación substancial causada por el hombre.
Son evidentes los efectos del manejo de los recursos acuáticos de tierra adentro, y del uso de la tierra, tanto localmente, como aguas abajo, y, a menudo, se los siente hasta en los ecosistemas costaneros. Los cambios en el uso de la tierra, como la tala de los bosques y la mayor actividad agrícola, afectan, con frecuencia, la cantidad y calidad del agua que ingresa a la capa superior de la misma, causando, a su vez, un impacto en las poblaciones acuáticas. La construcción de represas y reservorios, programas de riego, y medidas para controlar inundaciones, interrumpen el modelo de inundación temporal, que requieren muchos peces para su reproducción y crecimiento, además de cambiar los caudales temporales, alterar la calidad del agua, e interrumpir o destruir los hábitats de los peces. Se puede compensar la pérdida de la pesca de río y de la zona aluvial, por lo menos en parte, introduciendo peces a los reservorios.[1]
La contaminación de los ríos, lagos y mares con las aguas servidas, afluentes industriales, lluvia áciday químicos agrícolas, puede reducir la tasa de supervivencia de los organismos acuáticos, contaminar el pescado y los crustáceos, y crear problemas para la salud humana. La eutrofización causada por los insumos ricos en alimentos, como los fertilizantes, los detergentes domésticos y las aguas negras no tratadas, puede provocar mortandad masiva de los peces, o una disminución gradual en sus poblaciones, cambios en la composición de las especies, y florecimiento de las algas y fitoplanctones; estos, a su vez, obstruyen las redes, y pueden ser tóxicos para el ser humano. Otra fuente de contaminación son los residuos no biodegradables (p.ej. materiales plásticos); al aumentar su concentración, pueden constituir un peligro serio para los peces que ingenien, o que se enredan en estos desechos.
Los ecosistemas costaneros, incluyendo los esteros, pantanales, áreas de hierba marina, saladares yarrecifes de coral, son hábitat muy productivos y juegan un papel muy importante, protegiendo contra las olas y mareas altas, y contra la inundación y sedimentación proveniente de la tierra. Muchas áreas sufren daños, o se destruyen, debido a la creciente población y desarrollo económico de la franja costanera. A menudo, estas actividades de desarrollo influyen en los caudales de los ríos y causan acumulación de limos y sedimento en las zonas de producción, las áreas de pesca y los arrecifes de limos y sedimento en las zonas de reproducción, las áreas de pesca y los arrecifes de coral. El dragado, la recuperación de tierra, el drenaje de las tierras húmedas y la destrucción de los manglares puede destruir, directa o indirectamente, las zonas importantes de reproducción y crianza de los peces. La contaminación procedente de la explotación petrolera costa afuera y el transporte naval, pueden ensuciar las redes, matar o corromper el pescado y arruinar los hábitats acuáticos.
Pesca de cultivo
Al manipular los sistemas naturales, los proyectos de acuacultura y maricultura tienen, con frecuencia, la posibilidad de producir mayores impactos ambientales que la pesca de captura. El cultivo de los peces en piscinas merece atención.
El efecto más obvio es el desbroce del terreno y el establecimiento de las piscinas. Esto puede causar gran destrucción en las áreas costanera, como los pantanos de mangles y otras tierras húmedas, que son muy frágiles. A menudo, se valoriza en menos las funciones de producción y protección de estas áreas, y se desestima su importancia para la economía local. Son especialmente perjudiciales los sistemas que consisten en grandes áreas de piscinas y un mínimo de insumos, debido a la gran extensión de terreno que se requiere. A menudo, se construyen las piscinas en los terrenos planos y marginales, que tienen poco valor económico o ecológico. Sin embargo, éstas pueden impedir el uso tradicional del terreno (p.ej. pastoreo temporal, agua para el ganado) que son de mucha importancia para la población local.
Las piscinas, al alterar el flujo del agua y afectar el reabastecimiento del agua freática, pueden causar efectos positivos y negativos en cuanto a las condiciones hidrológicas locales. Los estanques que se ubican en los canales naturales de los ríos, por ejemplo, puede ayudar a reducir las inundaciones en el área inmediata, servir como una trampa para los sedimentos y, por filtración, aumentar la humedad del suelo,. Si están en una zona que tiende a inundarse, el agua que los diques desvían de las piscinas puede causar inundaciones en otros lugares.
Es fundamental administrar, adecuadamente, el agua de las áreas donde se practica la piscicultura, porque los estanques pueden reducir la cantidad de agua que esta disponible para otras necesidades competitivas, como el riego, o el uso doméstico, o industrial. Al desviar los ríos hacia las piscinas de acuacultura, se pueden trastornar las fuentes tradicionales de agua potable, y los sitios utilizados para lavar ropa. Al aprovecharla para los estanques, se puede agotar el agua subterránea local. En general, se debe evitar el establecimiento de las piscinas de acuacultura que utilicen las existencias escasas de agua superficial y subterránea, especialmente en las áreas áridas, a menos que se pueda integrar la piscicultura con otros usos del agua (p.ej. reutilizar el agua de los estanques para riego, o criar los peces en jaulas, dentro de los canales de riego).
Las aguas servidas de las piscinas pueden contaminar los ambientes acuáticos cercanos. El grado de la contaminación dependerá de la calidad del agua del estanque, y las características de las aguas que la reciben. El tipo y la intensidad de manejo del estanque, la oportunidad de la renovación del agua y los insumos de fertilizantes y químicos, determinarán la calidad del agua de las piscinas. Casi siempre, esta agua será pronunciada si se han agregado fertilizantes y alimentos a la piscina, para aumentar la productividad de los peces. Asimismo, los químicos que se utilizan en los estanques (para la esterilización, control de malezas, insectos y enfermedades, normalización de la calidad del, y el control de los peces indeseables), pueden contaminar las aguas locales. La calidad de las aguas de recepción en el momento en que se descargue el contenido de las piscinas, y sus capacidades de dilución y dispersión, determinará el efecto del afluente del estanque en el ambiente acuático circundante.
Con frecuencia, se pueblan las piscinas con las lardas y los juveniles que se han capturado, localmente. Esto puede agotar las poblaciones silvestres, y perjudicar las operaciones de pesca de captura en el área.
Otros impactos negativos potenciales de la piscicultura se originan en el uso de las especies exóticas: se producen efectos negativos en las especies nativas silvestres a raíz de la difusión, mediante las especies exóticas, de las enfermedades y los parásitos, o la fuga de los peces del estanque. Asimismo, la propagación selectiva tiene un impacto potencial a largo plazo, porque se reduce la diversidad genética dentro de las poblaciones de los peces.
Finalmente, las piscinas pueden causar un aumento en las enfermedades de la gente del área, al servir de hábitat para los vectores que viven en el agua, o que tienen alguna relación con ésta, como los caracoles (esquistosomiasis) y los mosquitos (malaria, dengue y otros arbovirus).
Si bien las operaciones de piscicultura, que se practican empleando redes o jaulas, tienen pocos impactos negativos potenciales, éstas pueden causar problemas si se intensifican, excesivamente. Puede crecer la concentración de los corrales hasta tal grado que se impida la navegación, se restrinja la circulación del agua, y se reduzca su calidad. Igualmente, las balsas o pilotes que se instalan para cultivar los animales no móviles pueden constituir peligros para la navegación.
Los factores externos que influyen en la acuacultura son similares a los que molestan a la pesca de captura. Incluyen las actividades agrícolas, industriales, municipales o de transporte, que reducen la cantidad o calidad del agua, o aumentan su carga de sedimentos. El agua proveniente de los campos con riego, o el aflojo de los otros terrenos agrícolas, que contienen fertilizantes o pesticidas, también afectará la calidad del agua de los estanques.
Procesamiento y transporte.
Los impactos indirectos de los proyectos de piscicultura provienen del procesamiento y transporte del pescado y los crustáceos (ver la sección “Procesamiento de Alimentos”). El afluente de las plantas procesadores de pescado tiene un alto contenido de materia orgánica (menudos y sangre), aceite y grasa, bacteria, nitrógeno y sólidos suspendidos. Al descargar este afluente a las que aguas que no lo pueden diluir y dispersar los desperdicios, adecuadamente, se puede causar condiciones anaeróbicas y matar a los peces; producir mayor turbiedad y afectar los corales, la hierba marina y otros organismos; provocar depósitos de sólidos, sofocando a los animales que viven en el fondo; originar aceité y grasa, motivando problemas ambientales y estéticos; y se pueden contaminar los peces crustáceos.
El procesamiento del pescado requiere, a menudo, grandes cantidades de agua, y puede competir con las otras demandas que deberán satisfacer las existencias del líquido.
Es un proyecto grande, el procesamiento y el transporte del pescado puede requerir una gran infraestructura, incluyendo caminos, instalaciones portuarias y suministro de energía y agua (para hielo, refrigeración, etc.). Esto causa su propio impacto, y se presenta en más detalle en las siguientes secciones: “Caminos Rurales”: “Sistemas de Transmisión de Energía Eléctrica”; “Caminos y Carreteras” e “Instalaciones para Puertos y Bahías.
me gusto mucho ya que tiene una muy buena presentacion y me parece muy interesante ya que habla sobre los animales, sus actividades economicas y tambien sobre la pesca comercial
ResponderEliminarLa pesca en Magangué es muy buena ya que hay muchos territorios que a abarcan el rio magdalena, aunque al momento de pescar debemos liberar a los peses pequeños para que siga su reproducción y así no se extingan.
ResponderEliminarMuy buen trabajo excelente tema…